Juana de Ibarbourou
Escribió Las lenguas de diamante en 1919, a lo que le siguió Cántaro fresco, y el libro Raíz salvaje, recibiendo desde el comienzo numerosos premios.
Se opuso al discurso del patriarcado por medio de su poesía. En su obra desnudó la esencia de su ser, reflejando una postura e ideología feminista. Su poesía fue una luz sobre la opresión en que se encontraba el decir femenino. Su contribución al movimiento feminista tiene que ver con poner en discusión el tema de la sensualidad femenina, rompiendo así con los tabúes.
Tuvo una vida de sufrimiento escondido en la que la palabra fue su antídoto. Sufrió violencia de género y vivió recluida en su propia casa. Murió en Montevideo el 15 de julio de 1979 bajo una dictadura militar. Tenía 87 años.